En algún momento, en algún sitio, viste que todo empezaba. Al igual que el universo se iluminó en un momento dado y dejó todo a explotar en su interior, tu te despertarse. Estabas vivo, eso está claro, pero esa salida del letargo, ese comienzo de tu única partida tiene más de divino que de humano. Respira hondo, coge aire y juega, cuando la luz se apague no podrás mirar hacia atrás para lamentarte.
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Hace 12 años
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¡Hola!
ResponderEliminarSoy la perturbada que está detrás de La Soledad Del Café.
Me ha hecho mucha ilusión encontrarme con un comentario, y más saber que alguien ha leído la novelita!! :)
La escribí cuando tenía 17 años y ahora veo un montón de fallos que me suben los colores. Ahora hubiera optado por un final más cerrado y algo más de coherencia, que falta le hace. Aunque bueno, yo qué sé. Como decía Carina, buscando en el baúl de los recuerdos, uh uh. Pues eso. Que muchas gracias por comentar y a ver si reanimas este blog, que los dibujos del paint me encandilan.
Ah, oh, let's go. A ver, después de La Soledad del Cofi, escribí otra cosilla, que bue, no tiene mucho que ver con ascensores y chorrilandia, pero sigue siendo del estilo.
Los capítulos de esa cosa están también en ese blog. :)
Un abrazo y gracias por leerme